El Colegio Oficial de Arquitectos de las Islas Baleares (COAIB) y el Colegio Oficial de Médicos de las Islas Baleares (COMIB) han firmado un convenio de colaboración por el cual ambas instituciones se comprometen a trabajar y desarrollar acciones conjuntas y formativas que impulsen la creación de espacios y ciudades saludables como actuación preventiva y eficaz para reducir el impacto de los factores de riesgo para la salud y el bienestar de la población derivados del calentamiento global.
El decano Bernat Nadal del COAIB, representando el Colegio Oficial de Arquitectos, explicaba qué “son acciones dirigidas por y para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Concienciar que una mejora en nuestro día a día será una mejora a largo plazo. Arquitectos y médicos vayamos en sintonía y con un objetivo claro: divulgar nuestros conocimientos para que puedan llegar a nuestra sociedad”.
Por eso, el acuerdo contempla la realización de acciones de carácter formativo y divulgativo que trasladarán a la población la importancia de mejorar los espacios que habitamos y la calidad de los mismos para mejorar la salud y así, de manera preventiva, evitar que los efectos del cambio climático afecten en la menor manera posible la población: el 80% de los determinantes sociales que influyen sobre la salud están fuera del sistema sanitario, y de estos, el 25% que condiciona nuestra salud vienen marcados por los entornos que habitamos y la situación de nuestras ciudades, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una de las primeras peticiones que ambos colectivos piden en el Ayuntamiento de Palma es poder hacer peatonales determinadas vías urbanas de la ciudad durante el fin de semana. “El objetivo es devolver la ciudad a las personas”. Por su parte Recasens comenta que “poder andar en familia por en medio de una calle como, por ejemplo, Jaime III, ayuda a socializar y al bienestar de las personas”.
El Dr. Carles Recasens, presidente del COMIB, ha manifestado la implicación de la profesión médica en todas aquellas acciones que contribuyen a mejorar las condiciones de salud de las personas y de la sociedad en conjunto y ha señalado que “el derecho a la salud implica medidas sanitarias y medidas sociales, que, de manera indisociable, conectan con el derecho a una vivienda digna, adecuado y de calidad y a disfrutar de entornos urbanos saludables, seguros y sostenibles. En los últimos años hemos vivido una crisis derivada de una pandemia y los efectos del cambio climático son evidentes”.
Por sus implicaciones, este convenio es una colaboración lógica entre dos colectivos de profesionales que, sumando sus conocimientos y esfuerzos, pueden cooperar para sensibilizar todavía más la población sobre la importancia que nuestras viviendas, edificios, pueblos, ciudades y territorios mejoren la calidad y ganen, así, en salud y sostenibilidad mediante la adecuación de espacios públicos y las rehabilitaciones integrales. “No podemos hacer política con el urbanismo. Necesitamos un pacto a 30 o 40 años para hacer cambios en las ciudades en beneficio de las personas” comentan los arquitectos.
